Nueva Orleans Nocturno

Sentado tras el escenario, esperando.

Es el cumpleaños del príncipe Marcel, y por supuesto toda la corte (al menos toda la que tiene algún tipo de representación en ella) está reunida en el Delta Night. El barco está abarrotado de vástagos. Nueva Orleans llega a albergar cientos de vampiros en una noche normal, hoy no están todos, pero lo parecen. Si el jefe de policía o los Setitas quisieran acertar un golpe, debería ser hoy. Sin embargo, nadie parece preocupado. Yo estoy preocupado.

Pero no por eso. El príncipe ha tomado medidas para asegurar su fiesta, cualquier otra noche parece que no se toma demasiado en serio sus deberes, pero no es el caso hoy. Incluso se rumorea que ha llegado a algún clase de acuerdo con los Magos. No. No es por eso por lo que estoy preocupado.

Beatrix está entre el público, puedo sentirla. Siempre puedo sentirla, como una sombra sobre mi. Podría estar en la otra punta del mundo y notaría su mano sobre mi hombro. Me ha dicho que nos espera un viaje largo. Vamos a cruzar al viejo continente. A una tierra de sol y pendenciera. Que nada tiene que ver con nosotros. ¿Por qué nosotros? Empezaba a ser reconocido entre la corte de aquí, ahora iremos a un pequeño rincón del mundo, solitario y silencioso. Odio el silencio. El carnaval corre por mis venas, si es que por ellas aún corre algo, me gusta el bullicio, perderme en la multitud y aún así saber donde estoy. En Nueva Orleans puedo caminar como si pudiera ver. Recorrer sus calles, sus locales. New Orleans Jazz siempre tiene su puerta abierta para mi... Ahora estaré empezando de cero. Beatrix dice que ésta prueba nos pondrá donde debemos, que el clan necesita esto... y nosotros debemos ir para tenerlo todo preparado. Allí no contaré tanto con su mano, puede que esté sólo en la oscuridad. Pero debo ser fuerte, no... debo ser el mejor.

El público espera. Toca salir a escena.
La canción no es propia, pero si un cainita no tuvo que ver en su composición es que no he aprendido nada.
Al fin y al cabo, cuál de los presentes no se ha sentido así... caminando por Bourbon Street.

https://www.youtube.com/watch?v=5i_0PkOqLKA

Vaya con el príncipe de New Orleans, si que tiene trapicheos extraños.

Muy buen relatillo introductorio.

Aviso: Contenido que puede ofender a algunas personas.

Interior del Lamp Light, hace algún tiempo.

Es noche de asistencia reservada. Lo cual quiere decir que los únicos presentes en el local hace mucho que no ven el sol. Mujeres desnudas o semi pasean ofreciendo a la vista cualquier deseo que los asistentes puedan desear. La mayoría se restringe. Y disfrutan de los bailes y cuerpos. Disfrutan de las vistas. Yo no.

Estoy en un reservado. Esperando. Doy vueltas al bastón. Toco las muescas e intento distraerme. Una chica se me sienta en las piernas, huele a jazmín. Me coge las manos y me enseña lo que mis ojos no me muestran. Le beso cariñosamente en los labios y hago que se aparte y marche. Sigo esperando.

- Veo que no solo estás ciego en sentido literal, si no que además no tienes luces en la azotea.
- Te estaba esperando, Woodpecker. - Deslizo sobre la mesa un sobre.
- ¿De verdad, has mandado a paseo a ese bocadito?
- Ahí tienes las partituras, tal como acordamos. No quiero saber nada más de ellas. Y prefiero marcharme antes del número final.
- Vaya un soso, al fin y al cabo éste local es uno de los vuestros, ¿no es así, Artesano?

Mantengo la cara seria, pero apunto mentalmente el insulto.

- Deberías tener cuidado con las palabras que usas, en como bien has dicho, un local de los nuestros.

Woodpecker levanta las manos conciliador. Guarda el sobre sin abrirlo en uno de los múltiples bolsillos de su abrigo. Al hacerlo noto, como olor a tierra, ¿dónde habrá estado esta noche antes?

- Espero que te diviertas con lo que te enseñé. Nos vemos por ahí, amigo. Bueno, yo lo haré.

Me levanto para largarme de allí, pero de camino a la puerta la música cambia. El ritmo se hace rápido, vertiginoso, acelera hasta quitar el aliento. He esperado mucho y han empezado. Sobre la tarima, una joven que hasta entonces bailaba hasta estar cubierta de brillante sudor, empieza a jadear, a estremecerse con anticipación. Un vampiro se coloca tras ella y la besa, la golpea y finalmente bebe de ella que ahora gime sin poder contenerse, mientras el resto de la audiencia jalea y la insulta.

Salgo de allí. Desde la puerta, alcanzo a notar el olor a jazmín.